El Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Valladolid ha sido el espacio en el que se ha celebrado la Audiencia Pública solicitada por la Federación de Vecinos Antonio Machado para explicar el proyecto de integración ferroviaria y al mismo tiempo conocer por qué motivos no es viable el soterramiento. El Gobierno Municipal apuesta por la integración porque es un proyecto viable, real y mejora la permeabilidad y la conexión entre el centro y los barrios, según ha explicado de forma pormenorizada el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia. Los pasos que están en ejecución entre las calles Panaderos y Labradores y el barrio Delicias son muestras evidentes del propósito del Ayuntamiento, que de esta forma cumple con el acuerdo firmado con las Administraciones Central y Autonómica.
La Federación de Asociaciones Vecinales Antonio Machado solicitó la celebración de una audiencia pública «de información y consulta sobre actuaciones o proyectos de actuación» relativos a la integración del ferrocarril en la ciudad de Valladolid. Y posteriormente, estando ya convocada la Audiencia, el Grupo Municipal Popular también había pedido un pleno monográfico sobre el mismo tema, que se ha celebrado a las 9.00 horas. Durante la Audiencia Pública, en el Salón de Recepciones han estado presentes los miembros del Equipo de Gobierno y concejales de todos los grupos municipales de la Corporación, a excepción del PP. En este órgano de participación han intervenido la presidenta de la Federación Vecinal, Margarita García, y varios representantes más de las asociaciones que han transmitido preguntas tanto de las propias asociaciones como de ciudadanos a título particular.
«No vamos a engañar a nadie; el soterramiento no va a ser posible al menos en un horizonte temporal que todos podamos ver». Esta declaración del alcalde en el Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de Valladolid se ha planteado en la Audiencia Pública en la que Óscar Puente ha defendido la integración ferroviaria como la mejor solución que se ha encontrado: «Con esta verdad seguiremos». «Somos un Gobierno honesto que ha cumplido lo que ha prometido», según ha señalado el alcalde, que ha puesto el ejemplo de la remunicipalización del ciclo integral del agua. «Somos honrados y hemos decidido no mentir a la gente, no jugar con sus ilusiones».
La propuesta de integración incluye la construcción de las tres estaciones, una de viajeros y otra de autobuses, interconectadas, en superficie; y otra de mercancías, junto a los talleres nuevos de Renfe, una variante que saca fuera todo el tráfico de mercancías, un conjunto de 30 pasos transversales de vehículos, peatones y bicis, por encima o debajo de las vías y un tratamiento cuidado de los bordes que permite ver el tren. Además de la reducción al mínimo posible del pasillo ferroviario ocupado por las vías.
El alcalde ha enumerado las razones por las que no es viable la operación del soterramiento, además de la existencia de una deuda de 400 millones de euros que tiene la Sociedad Valladolid Alta Velocidad contraída hasta 2015. Los fondos europeos no sirven para este tipo de proyectos, porque están concebidos para las redes de transportes de mercancías y cercanías. Además, no se podría ejecutar el soterramiento porque todas las actuaciones deben estar concluidas en junio de 2026, algo que no es posible.
También ha rebatido la comparación de Valladolid con otras ciudades porque son informaciones que no se corresponden con la realidad. Ha aludido a Granada, Santander, Alicante, Girona, y Langreo como ejemplo de capitales donde también se habla del soterramiento pero la realidad es que en ningún municipio se ha hecho nada.
Las cuentas sobre el soterramiento, según ha desgranado Óscar Puente, quedarían así: la urbanización superficial alcanzaría los 70 millones de euros, las redes de saneamiento 60 millones, las actuaciones en Ariza y Arco de Ladrillo costarían 200 millones de euros, el coste de la propia obra llegaría a 500 millones… En total, 880 millones de euros. Todo esto sin contar con la deuda millonaria que acumula la SVAV.