El consejero Luis Miguel González Gago ha presidido este miércoles la reunión de seguimiento del proyecto concedido a UNICEF Castilla y León en 2023 para luchar contra la mortalidad infantil, del cual se benefician en torno a 6.000 niños en las regiones más necesitadas de Guinea Bissau. Este país africano es uno de los más pobres y frágiles del mundo, sus altas tasas de desnutrición se ven agravadas por elementos como el desarrollo de enfermedades contraídas como consecuencia del consumo de aguas contaminadas, la falta de higiene y la ausencia de saneamiento. Por este motivo, los derechos básicos a la alimentación, al agua y al saneamiento no están garantizados, y los índices de mortalidad infantil alcanzan niveles no vistos en casi ningún otro lugar del mundo.
Las regiones de Oio y de Gabu, en las que se están desarrollando los trabajos colaborativos de UNICEF y la Junta, tienen el porcentaje más alto de niños con retraso en el crecimiento, con un 37% y un 31% respectivamente. Además, casi la mitad de los hogares acceden al agua a través de puntos en estado deficiente, y solo un 5% tienen acceso a sistemas de saneamiento básico. La falta de inversión pública local y el escaso conocimiento de las prácticas seguras de higiene por parte de los cuidadores de niños menores de 5 años han llevado a la Junta de Castilla y León a participar activamente en la solución a este grave problema. Por eso, la Consejería de la Presidencia está desarrollando el proyecto ‘Wash & Nutrition’ de higiene y nutrición junto a UNICEF, institución que trabaja en más de 190 países por el bienestar de los niños más desfavorecidos del mundo. Dicho proyecto cuenta con una financiación de algo más de 350.000 euros.
El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, ha resaltado que «la alta incidencia de enfermedades y los índices de mortalidad infantiles muestran la necesidad de abordar una solución de la mano de UNICEF, una agencia humanitaria con la que colaboramos desde hace más de 30 años, con una atención especial a la infancia en todo el mundo». Hay que resaltar que tal y como contempla la Ley de Cooperación al Desarrollo, la Junta de Castilla y León puede trabajar junto a ONGs de su elección en proyectos de cooperación internacional multisector, es decir, que engloben a varios servicios públicos prestacionales, como es este caso. De esta manera, este proyecto no ha precisado de concurrencia pública en su adjudicación, tal y como sí se contempla en la convocatoria ordinaria de proyectos de Cooperación al Desarrollo que fue publicada en el BOCyL esta semana.
Esta actuación en Guinea Bissau comenzó en 2023, y tiene una duración de dos años, hasta finales de 2024. La sesión de trabajo celebrada este miércoles en la Consejería de la Presidencia, con motivo de la reciente finalización de la primera fase del proyecto, ha servido para que la presidenta de UNICEF Castilla y León, María Eugenia García, presente los avances en su ejecución y los impactos en la mejora de la calidad de vida de los niños a los que se dirige, quienes acceden ya a servicios de agua potable, saneamiento e higiene, y que también han mejorado su estado nutricional mediante su derivación a centros sanitarios especializados. UNICEF ha transmitido su agradecimiento a la Junta, tras detallar cómo se han establecido nuevos servicios de agua y saneamiento, se han impulsado prácticas de higiene, nutricionales y de lactancia materna, y se ha formado al personal sanitario y educativo, entre otras muchas acciones.
María Eugenia García ha valorado de «forma positiva» las políticas de cooperación y el compromiso con la infancia más vulnerable por parte de la Junta, al considerarlas «esenciales» para el cumplimiento de los derechos al agua, la salud y la nutrición en países como Guinea Bissau. Además, el apoyo de los últimos años en situaciones de emergencia como las de Ucrania, Siria o Libia, «ayuda a la organización a dar respuesta a situaciones en las que los niños y las niñas son siempre quienes más sufren«, según ha destacado. El consejero de la Presidencia, así como los responsables técnicos de la Dirección de Acción Exterior de la Junta de Castilla y León, han podido comprobar en primera persona el funcionamiento de los diferentes materiales y herramientas que UNICEF está poniendo a disposición del proyecto gracias al apoyo del Gobierno autonómico, tanto para ayudar a los niños y a las demás personas implicadas, como para medir los resultados de su intervención.
Junto a bienes de carácter general, como pastillas de jabón o instrumentos mecánicos para medir el peso y la masa muscular de los niños, UNICEF está utilizando herramientas específicas para tratar la desnutrición y asegurar un consumo de agua en condiciones de salubridad. Destacan las tabletas purificadoras de agua, unas pastillas con un tamaño de alrededor de un centímetro de diámetro que son capaces de destruir las bacterias que se encuentran en el agua contaminada, y proteger contra las enfermedades causadas por el consumo de este tipo de agua. Dejando actuar únicamente a una de estas tabletas durante 30 minutos, se puede garantizar la salubridad de hasta 5 litros de agua. Para tratar de forma urgente a los niños en riesgo de muerte por desnutrición, se han preparado alimenticios terapéuticos, a base de cacahuete, materia grasa, derivados lácteos, minerales y vitaminas.
Tal y como ha resaltado González Gago tras la reunión de seguimiento, «gracias a este proyecto especial estamos ofreciendo ayuda a casi 6.000 pequeñas personas; 3.800 padres y madres reciben formación en higiene alimentaria, y 88 trabajadores sanitarios y profesores reciben formación en prevención y tratamiento de la desnutrición. Desde la Junta de Castilla y León seguiremos uniendo esfuerzos con entidades sin ánimo de lucro y compartiendo los recursos públicos para avanzar hacia un mundo más justo y equitativo».