Se cumple ya diez días desde la desaparición del joven Alejandro Aranda Lasheras en la ciudad de Valladolid, y desde entonces no hay rastro alguno sobre el paradero de este joven historiador de Zaragoza que se le perdió la pista el pasado 23 de marzo. A pesar del dispositivo de búsqueda de la Policía Nacional y de las batidas de un centenar de voluntarios, hasta el momento no se ha obtenido ninguna pista sobre esta desaparición en Valladolid. Alejandro llegaba hace dos fines de semana a la ciudad del Pisuerga por motivos laborales para participar en una excursión con un grupo de visitantes ya que trabajaba como guía turístico del Imserso. La lucha por encontrar al joven de 30 años de Zaragoza no cesa y el entorno del historiador mantiene la esperanza de que se encuentre con vida por alguna zona de campo, dada su «pasión por la naturaleza».
La última pista que se le tiene sobre Alejandro Aranda es que salió del Hotel Olid, en la Plaza de San Miguel, donde se iba a alojar esa noche y pudo sufrir un brote psicótico ya que tiene diagnosticada una esquizofrenia. Además, en la noche de su desaparición, su maleta apareció tirada en la calle San Quirce, a escasos metros del establecimiento hotelero, con todas sus pertenencias en el interior. Este pasado fin de semana, un total de 150 personas desplazadas desde Zaragoza peinaron tanto la ciudad de Valladolid como los alrededores, como el municipio de Laguna, Tudela o Zaratán, al contar con espacios verdes cercanos a la capital. Sin embargo, estas batidas no obtuvieron sus frutos y si Alejandro sigue sin aparecer en estos próximos días, sus vecinos se plantean volver a desplazarse este fin de semana de nuevo hasta nuestra provincia en busca de novedades. Además, este miércoles se han reunido en las dependencias de la Comisaría Provincial, el comisario Jefe Provincial, Francisco Oterino, con la Superintendente de la Policía Municipal, Julia González, y el jefe de los Bomberos, Javier Reinoso, para abordar los avances en el operativo.
A la reunión han asistido también el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial y la jefa de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, así como el jefe de Sección de Policía Judicial, y un responsable del Grupo de Homicidios y Desaparecidos que está llevando a cabo la investigación de la desaparición. El objeto de esta reunión no ha sido otro que hacer partícipes a todos los asistentes del estado de las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional y aunar esfuerzos y medios para comprobar todas y cada una de las líneas de investigación. Gracias a la estrecha colaboración existente entre todas las instituciones implicadas, a las patrullas de Policía Municipal de Valladolid -que desde el primer día colaboran en la búsqueda-, se suman sus medios aéreos para aumentar la búsqueda del joven en «cotas de difícil acceso». Por otra parte, el Servicio de Bomberos de Valladolid está aportando sus medios materiales y humanos para rastrear zonas del río, que no se puede descartar pese a no ser una de las líneas principales de la investigación.
La Policía Nacional lleva desarrollando una búsqueda exhaustiva desde el primer momento en que tuvo conocimiento de la desaparición de Alejandro, informando a la familia de las líneas de investigación. Todas las pistas de las que se tiene constancia, ya sea a través de la colaboración ciudadana, así como fruto de las propias actuaciones policiales, se están siguiendo como si fueran positivas en lo relativo a localización de Alejandro, si bien hasta el momento no han dado resultado. Desde el Grupo de Homicidios y Desaparecidos, que se está encargando de dirigir y coordinar la investigación, se está haciendo especial hincapié en la búsqueda de evidencias de cuál ha sido la ruta que tomó el joven. No se da por mala ninguna llamada que pueda aportar pistas a los investigadores y se están comprobando todas las recibidas, por si arrojaran luz al caso. Igualmente, todas las unidades en servicio en la ciudad reciben constantes recordatorios de las vestimentas de Alejandro y de la descripción física desde la Sala CIMMAC 091 y están siendo comisionados para personarse en cualquier lugar, en el que se crea haber visto al joven.
Cabe recordar que en el momento de su desaparición, Alejandro Aranda llevaba puesta una cazadora negra de un material similar a piel, de color negro, y muy holgada, un pantalón de chándal negro y unas botas de trekking por encima del tobillo. Esto, junto a su elevada estatura de 1,88 metros, le hacen destacar entre la gente, para mayores pistas para la ciudadanía. Se recuerda que se puede llamar a los números de teléfono del 091 de la Policía Nacional o al 112 de Emergencias de Castilla y León, en caso de que se tengan pistas o evidencias de haber visto recientemente a este joven de 30 años que lleva desaparecido ya diez días en Valladolid.