Muchos le conocerán por su papel en la exitosa serie de ‘La Casa de Papel’, pero el actor que arrasó como el Coronel Tamayo es un intérprete reconocido a nivel mundial gracias a la producción de Netflix. El vallisoletano Fernando Cayo ha dado vida a uno de los máximos enemigos de los atracadores del mayor atraco jamás perpetrado en el Banco de España. Aunque el actor es más que conocido en la pequeña pantalla e incluso en las tablas de los mayores teatros de nuestro país.
Su primer gran trabajo llegó de la mano de Manolo y Benito en ‘Manos a la obra’, pero el intérprete ha realizado un multitud de series, cine y teatro. No sabría con que faceta artística quedarse ya que para él todas tienen sus «particularidades» y no sabría decantarse por ninguna en particular.
Precisamente, este viernes 20 de mayo, Fernando Cayo estrena en el Teatro Calderón ‘El peligro de las buenas compañías’, una tronchante comedia que profundiza en las envidias del ser humano. Además, la obra contará con otras dos funciones a lo largo de este fin de semana a las 19.30 horas, horario para los tres pases. Valladolid Plural ha conversado con el actor y director vallisoletano para conocer más sobre esta obra y sus cambios entre el Coronel Tamayo desde el boom de ‘La Casa de Papel’ a Tristán, un hombre rabioso ante el éxito de su cuñado.
Pregunta. A mediados de mayo llega al Teatro Calderón de Valladolid la comedia ‘El peligro de las buenas compañías’ de Javier Gomá, cuéntenos, ¿De qué trata esta obra?
Respuesta. ‘El peligro de las buenas compañías’ me gusta definirlo como un precioso juguete cómico musical con toques de cabaret y clown que gira en torno a las desventuras de cuatro personajes. Uno de ellos, el protagonista de la función, Tristán, está atormentado porque tiene un cuñado ejemplar en todo. Esto se mezcla también con una crisis de pareja y crisis existenciales, estando salpicado con otros conflictos. Todo ambientado en un piano-bar en clave de humor y con un lenguaje extenso. Una comedia, de Javier Gomá, muy divertida con todos estos ingredientes.
P. ¿Cuáles son las particularidades y los defectos de su personaje?
R. Mi personaje es Tristán, y como decía es el protagonista de la función, y sufre al tener al lado a un cuñado que es absolutamente ejemplar en todo: es un excelente ciudadano, marido detallista, amo de casa servicial y no le falta de nada. Tristán sufre porque todo el mundo le dice ¿por qué no eres como Félix? (ríe) y él reacciona ante esto muy mal, de una manera desatada y rocambolesca, provocando el desencadenamiento de la comedia.
P. El hilo conductor de la obra podría ser los conflictos familiares, sobre todo entre cuñados, ¿Podríamos decir que es un reflejo de los problemas cotidianos en las familias?
R. No solamente en las familias, en ‘El peligro de las buenas compañías’ hay un conflicto que tiene que ver con la ejemplaridad, no solo con miembros de la familia, sino que tiene que ver como la humanidad siempre ha llevado muy mal los buenos ejemplos. Solamente tenemos que ver cómo acabaron Jesucristo, Gandhi o Martin Luther King, entre otros. Los buenos ejemplos nos encantan, nos parecen muy bien, pero lejos porque cuando los tenemos cerca los seres humanos los llevamos muy mal. Hay como una especie de mala gestión de la envidia, que puede ser positiva cuando tu ves algo bueno en otro y dices debería trabajar en ello; pero puede tener una versión negativa cuando ves que uno tiene algo que tú no y dices voy a acabar con él porque no lo soporto. Al final es un hilo conductor que habla sobre la vida, el amor y las relaciones de pareja.
P. ¿Qué es lo que más engancha al público de la obra? ¿Cómo animaría a los vallisoletanos para que disfruten de esta comedia?
R. Lo que más engancha de esta comedia es que es profundamente divertida. Venimos de hacer temporada en Madrid y la gente se ha divertido muchísimo. Es una función que tiene un toque costumbrista, un toque clown o ‘cabaretero’ y hay un montón de ingredientes excelentes como los intérpretes Carmen Conesa, Ernesto Arias y Miriam Montilla, dirigidos por Juan Carlos Rubio -que es uno de los directores más potentes de este país-, con texto de Javier Gomá y con un espacio escénico bellísimo. En definitiva, es un espectáculo muy hermoso de ver y muy divertido. Desde luego, los vallisoletanos no es que no se lo pierdan, sino que no se lo van a perder, ya que está prácticamente todo vendido.
«Siempre me he sentido muy vallisoletano y muy cerca de Valladolid»
Fernando Cayo, actor vallisoletano
P. Como vallisoletano, ¿Qué supone para usted actuar en casa, entre sus vecinos, y en las tablas del Teatro Calderón?
R. Para mí es un placer ya que afortunadamente en los últimos años he podido practicar, así que me siento profeta en mi tierra, me siento muy querido por los vallisoletanos. La verdad que tener ese cariño y poder compartir con ellos los espectáculos y las aventuras teatrales que voy teniendo, es como sentirte acompañado en la vida. Siempre me he sentido muy vallisoletano y muy cerca de Valladolid.
P. ¿Viene habitualmente a su tierra, a Valladolid, ya sea por trabajo u ocio?
R. Sí, sobre todo voy a trabajar y a ver a mi familia porque tengo a mis hermanos que viven allí y también tengo muchos amigos, junto a compañeros de la Escuela de Arte Dramático, etc.
P. Fernando Cayo hace cine, teatro y televisión, ¿En qué faceta se encuentra más cómodo?
R. Esta es una pregunta eterna que nos hacen siempre, y no entiendo por qué hay que elegir porque a mí me gusta todo, los buenos proyectos de cine, teatro o televisión. Me da igual hacer ‘La Casa de Papel’ que es un proyecto televisivo maravilloso, que hacer ‘La Fortaleza’ que es una película de cine que hice este verano, que hacer esta hermosa comedia teatral que estamos haciendo ahora o con mi espectáculo ‘Por todos los dioses’ con el que estuve en Valladolid. Todos son cosas que me encantan, lo que ocurre es que cada medio tiene sus particularidades, en el cine trabajas más con el matiz y con la visión artística del director, el teatro es más la energía del público y la televisión tiene mucho que ver con la repercusión de tu trabajo. En fin, yo me siento cómodo en los tres medios.
P. A grandes rasgos, ¿Qué diferencias ve en sus actuaciones en los distintos escenarios?
R. Yo veo más bien diferencias en los personajes y proyectos. Siempre intento hacer cosas diferentes porque no tiene nada que ver mis últimos trabajos con mi trabajo en ‘Antígona’ o en ‘Por todos los dioses’ e incluso con el que hago en ‘El peligro de las buenas compañías’. Son cosas que no tienen absolutamente nada que ver. En este caso, por ejemplo, el personaje que estoy haciendo para Netflix en ‘Hasta el cielo’ no tiene nada que ver con el coronel Tamayo de ‘La Casa de Papel’ como con otros que he hecho anteriormente. Intento ajustarme mucho al concepto de estilo e intento hacer personajes distintos cuando pertenecen al mismo ámbito como por ejemplo policías o militares.
«Me siento tremendamente afortunado por La Casa de Papel»
Fernando Cayo, actor vallisoletano
P. A pesar de que usted ha aparecido en numerosas series de televisión, muchos de los espectadores, en especial el público más joven, le recuerdan por su papel como el Coronel Luis Tamayo en ‘La Casa de Papel’, ¿Cómo ha vivido el boom de esta serie?
R. Con mucho agradecimiento, por la generosidad de los espectadores y la repercusión que ha tenido. Ha sido la serie más vista del mundo y la única serie española con un EMMY y eso es una maravilla. Me siento tremendamente afortunado y de vivir además esa hermandad con todos los seguidores a través de las redes sociales. Es un placer inmenso.
P. Precisamente, ‘La Casa de Papel’ ha sido un tremendo éxito a nivel nacional, pero también internacional, ¿Cree que hoy en día existe una mejora del mundo audiovisual español con respecto a hace unos años?
R. Sí, por supuesto. Ahora mismo estamos en la primera línea de producción audiovisual. Se nos tiene que quitar ya esta tontería de inferioridad. ‘La Casa de Papel’ ha sido la serie más vista del mundo en todas las plataformas e idiomas. ‘Élite’, también y así tenemos alguna serie más. Las series españolas tanto de producción de calidad o series de autor como ‘Antidisturbios’ o ‘Patria’, tenemos series maravillosas y no hay nada que envidiar a Hollywood y se ha demostrado con ‘La Casa de Papel’ con una producción que lleguen a cientos de millones de personas.
P. Su primer gran papel en la pequeña pantalla fue en ‘Manos a la obra’, ¿Qué recuerda de sus inicios? ¿Cómo ha cambiado Fernando Cayo desde sus primeros pinitos televisivos?
R. Mucho, espero haber aprendido porque aquello fue mi primer trabajo en televisión y creo que desde entonces he crecido mucho. He trabajado con un montón de maestros y profesores y el aprendizaje ha sido una de mis tareas constantes. Aprendí y me divertí muchísimo en esa serie. Recuerdo sobre todo el compañerismo con Carlos Iglesias, Ángel de Andrés y el resto del reparto. Allí también coincidí con el vallisoletano Jorge Calvo. La gente aún me sigue recordando por mi papel de Tino en a ‘Manos a la obra’, ósea que estoy muy agradecido de aquella fase.
P. Además de la obra ‘El peligro de las buenas compañías’, ¿En qué proyectos se encuentra actualmente trabajando?
R. Estoy rodando la serie de Netflix ‘Hasta el cielo’ que está en la línea del cine quinqui de los años 70 que trata sobre atracadores de barrio, que por supuesto no tiene nada que ver con ‘La Casa de Papel’, es otro rollo. Podríamos decir que es Cinema Verité, muy hiperrealista que dirige Daniel Calparsoro. También sigo de gira con ‘Por todos los dioses’ que es mi espectáculo sobre mitología y seguiremos con funciones de la obra de ‘El peligro de las buenas compañías’ hasta el año que viene. Aún así, siempre estoy planeando temas de futuro e ilusionándome con proyectos nuevos.