David Otero se reencuentra con el público de Valladolid: «Recuerdo cuando toqué en la Plaza Mayor y ahora toca ir a una sala, que también mola un montón»

Primero fue el guitarrista y uno de los compositores de la mítica banda de El Canto del Loco, luego El Pescao y ahora David Otero. Precisamente, el artista madrileño David Otero está sumergido en su etapa profesional más personal y auténtica tras 25 años de trayectoria artística. El conocido cantante y músico que formó parte del grupo español de pop-rock posiblemente más popular de la primera década del 2000, se encuentra inmerso en una gira en acústico por toda España con la que está demostrando al público su esencia y sentimiento junto a su fiel compañera, la guitarra. Su gira ‘Naturalmente Acústico’ comenzó en enero de este año 2025 y como no podía ser de otra manera, también hace parada en Valladolid.

En concreto, este sábado 22 de marzo, David Otero volverá a reencontrarse con el público vallisoletano en la Sala Cientocero, con un concierto muy especial, y sobre todo humano. El artista ha hecho un hueco en su apretada agenda de cantante, guitarrista y compositor para hablar con Valladolid Plural y darnos detalles de cómo será su actuación ante sus fans pucelanos. El artista también recordará las anécdotas y sus otros conciertos en la capital del Pisuerga. David Otero no se olvida de nuestra ciudad, sobre todo después de aquel concierto que ofreció en la Plaza Mayor en el año 2017 y que le dejó marcado aquel público tan «entregado y cariñoso». Además de hacer un repaso a sus años de carrera, David Otero nos reconoce que fue feliz durante su etapa en El Canto de El Loco, pero sin duda, se queda con el presente, que es el momento en el que más está disfrutando de la música y sobre todo de las letras.

Pregunta. Este fin de semana David Otero llega a Valladolid con un concierto acústico y muy íntimo, ¿Qué se van a encontrar los vallisoletanos? ¿Verán al David Otero más auténtico?

Respuesta. Pues la verdad es que está siendo una gira de conciertos súper bonita. Voy yo solo con mi guitarra, que es normalmente lo que suelo hacer en mi día a día. Me paso todo el día tocando y cantando, y me he propuesto hacer lo que hago cuando estoy solo delante de la gente que viene a verme a los conciertos. La idea es repasar un poco el origen de todas las canciones que he ido componiendo durante toda mi vida. Desde los años 96 o 97 que empecé a componer, casi hace 30 años, hasta las canciones de mi último disco, pasando por todas mis etapas. Desde El Canto, El Pescao hasta esta última etapa ahora con mi nombre. Están siendo conciertos súper bonitos, la gente se emociona porque escucha canciones súper antiguas o los últimos singles. Es un recorrido y un viaje por toda mi trayectoria.

P. Tu nuevo álbum, ‘Inteligencia Natural’, es una invitación a hacer una conexión muy íntima con uno mismo, dejando a un lado lo material, lo tecnológico, es decir, todo lo artificial, ¿Por qué has decidido hablar sobre este tema?

R. Es uno de los temas que más me interesan ahora mismo a nivel social, a nivel humano, en mi casa, aquí con mi familia, con mis hijos, con la gente a la que quiero, hasta a nivel global. Como desde las Fake News a cómo nos comunicamos con la persona que quieres a través de WhatsApp. O sea, desde lo más íntimo a lo más lejano. Y me parece que es un poco el lugar donde está colocándose el ser humano solo en este mundo pseudo-virtual en el que tenemos la realidad, la percepción de la realidad, a través de una pantalla, y nos invoca de todo. Desde sentimientos, emociones, tristezas, alegrías o conexiones. Cómo una canción se puede hacer viral sin haber visto nunca a la persona que la canta o cómo a través de la tecnología, de la IA y de la velocidad en la que vivimos, nos transforma y nos convierte en seres distintos. Eso es lo que más me alucina del movimiento en el que nos estamos moviendo ahora, y por eso he compuesto este disco así.

P. Esta gira supone un repaso a tus 25 años de trayectoria. Desde El Canto del Loco, pasando por tu etapa de El Pescao y ahora como David Otero, ¿Cómo ha ido evolucionando tu música en estos años?

R. La verdad es que tampoco he pensado mucho cómo ha evolucionado. Porque yo sigo pensando que hago las mismas canciones que hacía antes. Igual cuando empezaba a componer no le daba tanta importancia a las letras, por ejemplo. Y es algo que desde el año 2006 más o menos con El Canto ya empezamos a ver cómo las letras eran un motor fundamental en la vida de la gente, pues te empiezas a enfocar en escribir, en contar historias y buscar focos de atención diferentes. A través de la narrativa de las cosas voy creando contextos, imágenes mentales y paisajes donde la gente pueda imaginarse historias, que yo creo que eso es la gracia de las canciones. Es lo que he ido intentando encontrar a lo largo de mi vida musical, que ha sido un viaje muy bonito. Hoy en día no solo compongo para mí, compongo para muchos otros artistas y me junto con otra gente a escribir canciones. Me encanta vivir en ese mundo que circula entre el imaginario y lo real, y me parece una pasada de viaje el que he vivido durante toda mi carrera. Siempre acompañado con una guitarra porque la guitarra es un poco mi medio de comunicación con la realidad a través de las canciones. También toco el piano y produzco, pero la guitarra es la protagonista y es la que me acompaña en esta gira.

P. ¿Con qué etapa te quedas? ¿Cuál ha sido la que más te ha marcado?

R. Me quedo con la que venga, siempre. Eso yo creo que es un acto que debemos hacer todos. Porque como te quedes con las pasadas, te quedas ahí con las dudas de si todo lo pasado fue mejor, ¿no? Y eso es terrorífico. Mejor vivir en el presente y enfocar el futuro con la nostalgia justa. Haciéndole un homenaje, por supuesto, precioso a lo que he recibido. Pero siempre en el momento en el que estás ahora. Estar comparando con lo que has vivido anteriormente, para lo bueno y para lo malo, es peligroso, e intento quedarme siempre con el momento que estoy viviendo.

P. Eres cantante, guitarrista y también compositor, ¿Con qué artistas has colaborado o trabajado para ellos?

R. Pues con muchísimos. Con Ana Guerra, Cepeda, Miki Núñez, Funambulista, Nerea, Iván de Efecto Pasillo, Siloé, con… Yo qué sé. Es que son un huevo. Ahora mismo estoy haciendo cosas para gente nueva, como Alonso Jiménez o Henry Semler, entre otros. Con muchísima gente. La verdad es que la lista es súper larga porque pasan habitualmente muchísimos artistas por mi estudio. A veces para componer conmigo, a veces para yo componer con ellos. De todo. Desde enseñarles mis canciones y preguntarles qué les parecen hasta enseñarme las suyas. Hay una comunidad muy bonita de creación musical a mi alrededor que compartimos muchísimas cosas.

P. Precisamente, ¿Encuentras mucha diferencia entre estas nuevas generaciones, que me hablabas de Ana Guerra, Cepeda, Siloé, con los ‘viejos rockeros’, por así decirlo, de tu etapa, en el inicio de El Canto Del Loco?

R. Yo les veo las mismas ganas que a los viejos rockeros. Me ha hecho mucha gracia esto de los viejos rockeros porque es un juego donde empiezo a estar ahora y me parece tremendo (ríe). Yo siempre he sido uno de los jovencitos de mi generación. Siempre era el pequeño, el niño, el chiquitín, en las giras, en el grupo, en todo. Y ahora empiezo a formar parte de los viejos rockeros. La vida pasa muy rápido y es alucinante. No sé, la diferencia son los medios que utilizas para transmitir y para conectar. Pero me parece que las ganas son las mismas.

P. Has tocado en estadios llenos con El Canto Del Loco, ahora también llenas plazas y salas como solista, ¿Crees qué hay diferencias de conexión con el público al tocar en un estadio o en una sala más íntima?

R. Por supuesto, igual que hay diferencias en los proyectos. No tiene nada que ver mi proyecto, con el proyecto de El Canto o con otros proyectos. Son completamente distintas las conexiones. El público también es distinto. Siempre que se me dé la oportunidad de viajar y conectar con gente, que venga gente suficiente para que mi proyecto sea sostenible, y venga público, ahí voy a estar. Porque me hace feliz, me encanta vivir de esto. Pero son muy distintos los proyectos, públicos o escenarios, me gustan todos. Siempre que sea gente con el corazón abierto y con ganas de escuchar música, me encanta.

P. A David Otero le empezamos a conocer muchos por El Canto del Loco, un grupo que ha marcado a varias generaciones de nuestro país y también de fuera de él, ¿Echas de menos algo de estos años?

R. No, estoy muy bien en el presente. Le estoy muy agradecido a esa etapa y yo creo que nos sentimos muy orgullosos de lo que vivimos, de lo que hicimos. Pero luego hemos sabido seguir adelante todos y conectar bien con el presente y con estar donde estamos y no estar anclados ahí a un viaje que fue muy bonito, pero que fue un viaje desde el pasado.

P. Ahora que estamos en estos años de reencuentros, de regreso a lo que marcó a muchas generaciones hace unos años, ¿Es posible que el mítico grupo con tu primo Dani Martín se pueda volver a reencontrar en algún momento o es un capítulo ya cerrado?

R. Bueno, lo hemos dicho muchas veces que hemos vivido una etapa muy bonita y con mucha conexión con la gente, y como en el amor, cuando se acaban las conexiones, se acaban y no hay por qué forzarlas. Ahora mismo yo creo que estamos enamorados de nuestros proyectos y somos fieles a lo que estamos haciendo. Y no estamos pensando en si acaso en algún día… Creo que sería contraproducente para cualquiera que se encargue de estar remando y empujando un proyecto hasta el final.

P. Por último, cabe destacar que Valladolid es una de esas últimas paradas dentro de tu gira en la que te encuentras ahora mismo inmerso, ¿Qué recuerdo tienes de la ciudad de Valladolid?

R. Pues tengo recuerdos muy bonitos. Toqué en la Plaza Mayor de Valladolid hace unos años y la verdad es que fue un concierto precioso, con la plaza a tope. Y ahora me toca ir a una sala, que también mola un montón. Recuerdo también que toqué en un teatro hace un par de años en plena pandemia. Siempre ha habido conciertos muy bonitos y muy emotivos en Valladolid, y la gente ha venido a verme y la verdad es que tengo muchas ganas de volver.

P. Y por último, ¿Qué te transmite el público vallisoletano? ¿Qué te llevas de nuestra ciudad cuando vienes a tocar aquí?

R. Pues que es gente muy cariñosa, la verdad. Es muy agradecida en todos los momentos musicales que hemos pasado juntos. Siempre nos recuerda y está ahí para conectar contigo. La verdad es que es un sitio precioso para ir a tocar.