La Audiencia de Valladolid ha impuesto una pena de once años de prisión a D.D.J., el hombre acusado de abusar sexualmente entre finales de 2019 y principios de 2020 a una niña de ocho años, hija de su entonces pareja, en el Camping de Cubillas de Santa Marta. Según recoge la sentencia, los hechos se produjeron en una ‘móvil home’ situada en las instalaciones de la localidad vallisoletana cuando el hombre encausado realizaba sobre la niña continuados abusos sexuales por vía vaginal y con la agravante de situación de convivencia y parentesco.
Por estos delitos, la Audiencia ha sentenciado once años de privación de libertad, una reducción de cuatro años con respecto a la petición del fiscal, y de tres y medio con respecto a la acusación particular y la absolución de la defensa. Además, el tribunal ha confirmado la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y a comunicarse con ella por cualquier medio durante los próximos 20 años. Al tiempo que le ha impuesto una inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por un tiempo de seis años y la imposibilidad de ejercer cualquier profesión relacionada con menores durante dos décadas.
Sumado a esto, el condenado tendrá libertad vigilada durante siete años una vez concluya la pena, y deberá pagar en concepto de responsabilidad civil el pago de una indemnización de 16.750 euros en favor de la niña por daños morales. Durante la celebración del juicio, D.D.J. se declaró inocente de todos los cargos y achacó la denuncia de la menor a su negativa a trasladarse con él y su madre biológica a Vitoria, donde ambos buscaban trabajo. A pesar de que la víctima, menor de edad, no declaró en el juicio, el tribunal pudo escuchar su testimonio como prueba preconstituida a través de una grabación de la niña en la que relataba los abusos a los que había sido sometida por la pareja de su madre.
La madre de la pequeña, que se encontraba separada y tenía la custodia compartida, había iniciado una nueva relación con el ahora condenado, con quien residía en una ‘movil home’ en el camping de Cubillas de Santa Marta, lugar donde la pequeña sufrió los abusos. Además, los hechos fueron conocidos por el padre de la menor y por la pareja de éste a través del diario de la niña. La madre biológica de la víctima puso fin a su relación sentimental con el acusado hace escasos meses, en diciembre de 2022, tras presentar una denuncia contra el varón después de conocer un comportamiento idéntico con la hija de ambos de 4 años.
