El drama de las mujeres que sufren violencia de género se acentúa cuando, además, presentan algún tipo de discapacidad. De hecho, de acuerdo con los indicadores que actualmente se manejan, como la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del Ministerio de Igualdad o los datos aportados por el Comité por la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres de la ONU, las mujeres con algún tipo de discapacidad sufren hasta un 7% más este tipo de violencia que las que no lo presentan. Dentro de este colectivo doblemente vulnerable, se encuentran aquellas cuya discapacidad está relacionada con una enfermedad mental grave, factor que puede aumentar el riesgo a recibir malos tratos.
Los factores de riesgo están relacionados con la mayor dependencia de la asistencia de otras personas -que suelen ser sus parejas-, unas marcadas dificultades a la hora de acceder a información y recursos, y además, el propio estigma asociado a la enfermedad, que muchas veces provoca un menor grado de autoestima y reconocimiento personal. Para abordar las distintas caras del problema que atañe a este colectivo, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha impulsado el denominado ‘Servicio de atención dual a víctimas de violencia de género con enfermedad mental grave’. A través de este recurso, no sólo se establece un tratamiento personalizado a estas mujeres, sino que también se ofrece alojamiento. El objetivo es abordar la situación en sí, pero también ir más allá y afrontar las consecuencias de la violencia de género en las personas con discapacidad por enfermedad mental, proteger a las víctimas y minorar las secuelas.
Este servicio se está prestando en la actualidad en Valladolid y Zamora pero no desde una perspectiva local, sino que se atiende a personas de toda la Comunidad. La Fundación Intras, a través de la concertación social, es quien se está encargando de llevar a cabo las intervenciones, centradas en prestar una atención integral y en ofrecer una residencia segura a las víctimas, si bien también se trabaja con las miras puestas en el futuro de estas mujeres planificando su reinserción social y barajando alternativas residenciales. La meta de este servicio es que las mujeres que han sufrido maltrato físico, psicológico o sexual y que padecen una enfermedad mental grave puedan alcanzar el grado máximo posible de autonomía hasta llegar a la independencia, para que puedan desarrollar su propio proyecto de vida.
La Fundación Intras presta un servicio que la Consejería ha diseñado para que funcione de manera coordinada con otros recursos, como la Sección de Mujer de la Gerencia de Servicios Sociales, Salud Castilla y León y la Red de Salud Mental, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los servicios sociales locales, servicios jurídicos, empresas y centros de trabajo, centros especiales de empleo de la zona, el Servicio Público de Empleo y los centros educativos, en el caso de que la víctima tenga menores a su cargo. El servicio de Atención Dual se integra en una estrategia más amplia, como es el modelo de in-on-out que aborda la valoración de cada caso, para que con los apoyos profesionales y recursos que precisen, recuperen su autonomía. La Ley contra la violencia de género autonómica ya recoge la especial protección de la Red de Atención a colectivos doblemente vulnerables, como son las mujeres dependientes.