Castilla y León impulsa el Programa Integral de Envejecimiento Activo con actividades en el medio rural para evitar el aislamiento social

Castilla y León cuenta con 266.592 personas mayores de 65 años que viven en el medio rural, lo que supone el 42’85% del total de los mayores de esa edad. Lo ha recordado esta mañana la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, durante la inauguración del VI Congreso Nacional de la Confederación de Jubilados y Pensionistas de España (Conjupes) que se está celebrando en Valladolid. Ante esta realidad, la consejera ha explicado que es necesario trabajar con un doble enfoque. Por un lado, estableciendo las condiciones necesarias para que las personas mayores que viven en los entornos rurales puedan permanecer en sus hogares, de forma autónoma y con sus necesidades cubiertas, y, por otro, apostando por un envejecimiento activo y saludable que prevenga la dependencia y permita una buena calidad de vida.

Para alcanzar el primer objetivo, la Junta de Castilla y León cuenta con el proyecto ‘Atención en Red’, que conjuga los cuidados en domicilio y en centros residenciales con la finalidad de ofrecerlos de manera individualizada, ya sea en residencias o en su propio domicilio, con la tecnología como aliada. Un claro ejemplo es la Teleasistencia Avanzada, una prestación gratuita en Castilla y León para quienes la soliciten, que aporta seguridad a los más de 42.000 usuarios que actualmente disfrutan de ella, facilitando su permanencia en el domicilio y en el entorno habitual, acompañando y atendiendo situaciones de necesidad, crisis o emergencia.

Dentro de todos los servicios que presta, destacan los de atención proactiva que consisten en el seguimiento y apoyo al dependiente y a su cuidador; seguimiento ante procesos de duelo, situaciones de soledad no deseada y aislamiento; prevención de situaciones especiales de riesgo -maltrato o riesgo de suicidio- y también en procesos de convalecencia y rehabilitación. Está previsto que el número de usuarios llegue a 50.000 a finales de 2025. Por otra parte, el envejecimiento activo y saludable es uno de los pilares de la política social que el Gobierno autonómico desarrolla para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Isabel Blanco ha recordado que este año la Junta destina a la promoción del envejecimiento activo un total de 18’5 millones de euros, lo que supone 12 millones más que en los presupuestos anteriores, un aumento del 185%.

Las personas mayores que residen en el medio rural tienen más dificultades para alcanzar un envejecimiento activo, pero para llegar a todo el territorio la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades cuenta con el ‘Programa Integral de Envejecimiento Activo’, un instrumento esencial para prevenir o retrasar posibles situaciones de dependencia y para hacer frente al aislamiento social y la soledad no deseada. Este programa recoge el conjunto de actividades y servicios que se realizan para la prevención de la dependencia, siendo una de sus prioridades mejorar la cobertura de estas actividades, especialmente, en aquellos entornos rurales y fuertemente afectados por la despoblación.

En el marco de este programa, en el último año se han llevado a cabo en Castilla y León 5.226 actividades y aproximadamente el 80% con 4.180, fueron en el entorno rural. Esta actuación está permitiendo que más de 1.050 municipios de la Comunidad oferten actividades para personas mayores, en las que participaron 81.033 personas. Además, se realizaron más de 4.444 talleres que permitieron a miles de mayores participar en actividades de envejecimiento activo. Las actividades que se ofrecen en el marco de este programa son muy diversas, entre las que destacan las que están dirigidas a la promoción de hábitos y estilos de vida saludable con el 52%, a la adquisición de competencias para la vida autónoma, a potenciar la plena integración de los mayores en su entorno y a promover el acceso de las personas mayores al mundo del arte y la cultura.

Durante su intervención, la consejera Isabel Blanco ha destacado que un «elemento clave» en el desarrollo de estas actividades ha sido el apoyo y la ayuda del movimiento asociativo de las personas mayores en Castilla y León ya que hay 1.913 asociaciones, de las que el 81% pertenecen a la red federativa, que cuenta con un alto nivel de implantación en el medio rural. «Las asociaciones de mayores representan un instrumento muy potente para acercar las iniciativas de envejecimiento activo y saludable a todas las personas mayores especialmente cuando viven en pequeñas localidades y son una vía excepcional de apoyo social para muchas personas que viven solas, así como vehículo de trasmisión entre generaciones de cultura y valores que permiten dinamizar la sociedad y generar espacios para la participación y el ejercicio de la solidaridad y el voluntariado», señaló Blanco.