El cierre de la fábrica de Bimbo en Valladolid ha obligado al Ayuntamiento y a la Junta de Castilla y León a organizar una reunión de urgencia con el Comité de Empresa para analizar la situación y las consecuencias de esta decisión tan drástica que afecta a unas 200 familias de forma directa e indirecta. En este sentido, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha señalado que tras conocer la «malísima noticia» acordó celebrar la reunión que ha tenido lugar en la mañana de este jueves en el Consistorio vallisoletano para ponerse «manos a la obra». En el encuentro han estado presentes además del regidor vallisoletano, el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina, el viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Jorge Llorente, el gerente de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico de Valladolid, Fernando Rubio, y el presidente del Comité de Empresa, Félix Fernández.
«Ayer desayuné con una malísima noticia, una noticia inesperada y sorpresiva, de una circunstancia que para todos es indeseable. Una comunicación por parte de Bimbo en la cual se nos decía literalmente que quieren suspender la actividad en la fábrica de Valladolid, por la necesidad de reorganizar la capacidad de producción de ciertos productos para cubrir la demanda del mercado europeo y la compleja situación del sector, que les lleva al cese de la actividad de esta planta en la ciudad», comenzó su intervención pública Carnero. Inmediatamente, el regidor ha señalado que se puso en contacto con los responsables de la multinacional en España, quienes le señalaron «la importancia de que ellos consideran que el cese no es incompatible con que pueda haber una alternativa industrial en esta fábrica», un hecho que a juicio del alcalde, es «relevante». Asimismo, ha remarcado que tanto el Ayuntamiento como la Junta muestran su «rechazo total y absoluto a esta decisión unilateral, que entendemos que no tiene justificación clara y que en todo caso es desconocida».
Además, el regidor ha insistido que tanto la posición del Consistorio como de la administración autonómica, «aparte de este rechazo, es la de evitar el cierre de la planta de Valladolid. En ello vamos a trabajar y a luchar con todos los medios y entre todos. Y si no se pudiera evitar el cierre, debemos de trabajar en el ámbito de las alternativas que se puedan producir desde el punto de vista industrial», indicó. Por todo ello, el alcalde de Valladolid ha defendido que «lo primero que exigimos a la multinacional Bimbo es una explicación clara y profunda del motivo que le lleva a esta decisión», y asimismo, ha instado al Gobierno de España a rechazar el cierre de esta fábrica, situada en el Polígono San Cristóbal. Tras la reunión mantenida hoy, se ha acordado como primer objetivo «exigir el mantenimiento de la actividad», para posteriormente comenzar la búsqueda de una «solución industrial», y si la empresa persistiera en el cierre, se pondría en marca el protocolo de empresa anticrisis, que «ha funcionado de forma exitosa a través del Diálogo Social y de la Fundación Anclaje«.
Por este motivo, el regidor vallisoletano avanzó que los representantes de CCOO y UGT activarán este protocolo, para que permita trabajar en paralelo a las decisiones que se vayan tomando desde el punto de vista empresarial. «En juego está el proyecto vital de unas 160 familias directas en la ciudad de Valladolid y algunas otras indirectas. La sintonía es total y absoluta entre la Junta de Castilla y León y este Ayuntamiento», indicó el alcalde. «A mí me hubiera gustado ayer poder desayunar, como hago en muchos días, un Donuts, pero no pudo ser; ayer desayuné con una malísima noticia que tengo la obligación de compartir con todos los vallisoletanos y que yo tengo la obligación en este momento de defender. los vallisoletanos queremos seguir consumiendo Donuts producidos en la ciudad de Valladolid por estos trabajadores ejemplares de la fábrica de Bimbo», confesó Jesús Julio Carnero.
Por su parte, el presidente del Comité de Empresa, Félix Fernández, ha agradecido durante la comparecencia de este jueves 19 de septiembre en el Consistorio vallisoletano, en primer lugar la «pronta respuesta» por parte de las instituciones a este «gran problema que nos ha planteado la empresa», al tiempo que ha incidido en el «impacto humano» que esto produce sobre los 166 trabajadores directos y 40 indirectos, que están viviendo desde las ultimas horas «un momento de incertidumbre, indefensión y sin comunicación por parte de la empresa». Asimismo, Félix Fernández ha señalado que están esperando al próximo miércoles 25 de septiembre, fecha que ha elegido la empresa para notificar las causas organizativas, «y a partir de ahí empezaremos a batallar».
Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, se ha dirigido por carta al presidente de Bimbo Donuts Iberia para expresar el rechazo de la Junta de Castilla y León al anuncio del cierre de su planta de Valladolid, comunicado ayer al Comité de Empresa. González Corral ha expresado su sorpresa por una decisión «unilateral e inesperada» que se ha producido sin ningún tipo de información previa ni consideración hacia los trabajadores y sus familias por parte de una empresa que «tiene entre sus principales valores el de las personas». Para la Junta, la empresa debe reconsiderar su postura y explorar otras soluciones, «buscando un compromiso firme que permita una solución industrial a la situación planteada». Por ello, González Corral muestra la intención del Gobierno autonómico de trabajar de forma conjunta con la empresa «para encontrar alternativas viables que aseguren la continuidad de la actividad» de esta fábrica.
Con el objetivo de buscar una solución, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural muestra también en el escrito emitido su predisposición a mantener una próxima reunión con el presidente de Bimbo Donuts Iberia. Asimismo, María González Corral se ha dirigido igualmente al ministro de Industria y Turismo para solicitar la implicación del Gobierno de España en todas las acciones que se planteen para intentar revertir esta situación y minimizar el impacto sobre los trabajadores.