El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se ha puesto en la piel de cualquier ciudadano, usuario o conductor para comprobar este viernes 30 de mayo la movilidad en la ciudad. Todo ello en el marco de la apertura completa de Arco de Ladrillo que vuelve a dar servicio a los vallisoletanos en toda su intensidad, y que sin duda, es «un punto clave para la ciudad». En primer lugar, Carnero en una ruta especial de autobús quiso imaginarse que Arco de Ladrillo no existiera «para comprobar por dónde entramos en Valladolid y cómo nos movemos por la ciudad«, teniendo en cuenta el estado del paso de Daniel del Olmo y la intersección de San Agustín, proyectos que reclama con urgencia a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, en el caso del primero con la modificación del convenio de 2017, y al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
El viaje imaginario de Carnero para entrar en la ciudad ha servido para que periodistas, técnicos y concejales hayan podido comprobar lo que sucedería si Arco de Ladrillo no existiera con Daniel del Olmo cerrado, con desvío hacia Labradores contemplando el «callejeo». Este viernes ha culminado ya dentro del plazo previsto, la intervención de emergencia en el viaducto del Arco de Ladrillo, una «obra clave» para la seguridad y la movilidad urbana que restablece su capacidad para soportar el paso de unos 40.000 vehículos diarios. Esta actuación pone fin a una larga serie de intervenciones parciales en una infraestructura crítica, y resuelve de forma definitiva los problemas estructurales que venía arrastrando desde hace años. El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha subrayado que se trata de «un paso vital para la ciudad, que garantiza la seguridad de todos y refuerza uno de los principales accesos al centro urbano. No solo se trata de una mejora técnica, sino de una apuesta por la movilidad segura y sostenible«. Carnero ha explicado que esta actuación era «inevitable», puesto que hace dos años, cuando llegó a la Alcaldía, se encontró una infraestructura en «grave deterioro», con inminente riesgo para la seguridad de las personas y el entorno.

«La decisión de acometer una actuación de emergencia, independientemente de las posibles soluciones respecto al soterramiento o la integración, no era una opción si no se pretendía prolongar el riesgo inasumible en el paso del viaducto o colapsar el funcionamiento circulatorio de la ciudad», ha apuntado el alcalde. «Hemos tenido la oportunidad de ver una actuación necesaria desde el punto de vista de la seguridad y de la movilidad, como era recuperar Arco de Ladrillo en toda su capacidad, que es lo que hemos conseguido», ha señalado el alcalde, quien precisamente también ha destacado que «tal día como hoy, hace un año, iniciábamos las actuaciones de las obras«. Estas actuaciones que tenían un plazo de actuación de 11 meses, han sido finalmente «11 meses y 23 días», expresó Carnero. «Hace ya unos días que esta actuación está ya en servicio y precisamente hoy ya en su completitud porque ya la hemos dado por finalizada con las últimas actuaciones de señalización y pintado», ha resaltado. «Me parece importante y fundamental cumplir el plazo, pero me parece más importante aún llevar a cabo una actuación que va a dar servicio a los vecinos y las vecinas de Valladolid durante tiempo, en tanto en cuanto no haya otras alternativas que permitan acceder a la ciudad de Valladolid para poder entrar en ella».
«Ha sido una actuación con un importe de 2,3 millones, fruto de una emergencia y que inmediatamente cuando tuvimos esa emergencia plenamente constatada, fue cuando decidimos inmediatamente ponernos manos a la obra«, ha remarcado. En este sentido, el alcalde ha señalado que «no había otra alternativa y a día de hoy, mientras no tengamos acondicionada otras posibilidades, Arco de Ladrillo no se puede derribar, pero no se puede derribar por una cuestión que tiene que ver con la movilidad, no tiene que ver con otros temas«. Durante la explicación a los medios locales, entre los que se encontraba Valladolid Plural, Carnero ha señalado que «no he utilizado en ningún momento la palabra soterramiento, por tanto aquí estamos hablando de seguridad, de movilidad y de dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos». «Si yo hubiera dado el plácet a que se hubiera cometido el proyecto del túnel, que no hay por dónde cogerlo desde el punto de vista técnico, yo estaría a muy seguro con justicia lo más cerca en la Conchichina, porque los vallisoletanos no hubieran permitido que yo hubiera hecho esto, por lo tanto hemos actuado con responsabilidad, con sentido común, dando respuesta a las necesidades de los vecinos y este equipo de Gobierno no se va a mover de ahí en su devenir diario«, ha asegurado. Así, ha pedido a la SVAV que se modifique el convenio por «muchas circunstancias», entre ellas que se incluya el paso deteriorado de Daniel del Olmo.

«Si la Sociedad Valladolid Alta Velocidad no modifica el convenio y lo incluye, este Ayuntamiento también en función de ese ejercicio de responsabilidad y sentido común acometerá la actuación de Daniel del Olmo que permitirá que puedan transitar todo tipo de vehículos por él mismo», ha insistido. A través de esta ruta de autobús, el alcalde señalaba que «no hemos podido pasar por Daniel del Olmo en un autobús urbano, dada la limitación de tonelaje, 7 toneladas por eje, 14 toneladas tiene el autobús. Hemos visitado también el paso de San Agustín, y aquí nosotros hemos propuesto que se dé una solución, con la que inmediatamente el Ministerio fue receptivo y ya estamos intercambiando conversaciones para un posible convenio de colaboración que se está estudiando por ambas partes y estamos acometiendo la redacción del pliego de prescripciones técnicas», ha señalado. Además, el regidor ha querido valorar que en el día de ayer «hemos tenido conocimiento de que hay una propuesta de adjudicación sobre la estación de autobuses de 216 millones a una UTE formada por tres empresas, entiendo que eso se acabará materializando así, pero lo que sí que es cierto es que la adjudicación, el precio de salida de dicha contratación era 253 millones y se adjudica por 216 millones, por tanto, ahí hay una bolsa de dinero que el Ministerio no se va a gastar y que bien se puede gastar y yo le invito al Ministerio a que así lo haga en el paso de San Agustín«.
«Esta sería una verdadera actuación de la movilidad necesaria en la ciudad de Valladolid. Cuanto antes la acometemos más nos lo agradecerán todos los vecinos y las vecinas de la ciudad de Valladolid», ha declarado. En palabras del alcalde, el Ministerio «puede acometer con ese sobrante en esa licitación el total de la actuación en el paso de San Agustín, si no quiere acometerlo y quiere hacerle gastar dinero al Ayuntamiento y a los vecinos de Valladolid, los vecinos se gastarán el dinero para llevar a cabo la solución en el paso de San Agustín. No lo duden. Pero no colapsaré la ciudad de Valladolid«, ha manifestado. «Seguimos trabajando, llevamos dos años de legislatura y nos mueve sólo una cosa, que es el bienestar, el progreso y el desarrollo de la vida de los vecinos y vecinas de la ciudad de Valladolid», ha concluido Jesús Julio Carnero.