La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado el Plan de Inspección Tributaria correspondiente al año 2025. El documento aprobado incorpora aspectos clave como el impulso en el uso de las nuevas tecnologías, la digitalización de los expedientes y la mejora en la relación con los contribuyentes, la promoción de la conciencia fiscal y la gestión integral de las actuaciones de inspección. El Ayuntamiento de Valladolid ha dado luz verde este martes 11 de marzo a este Plan correspondiente al año 2025, una obligación periódica y a la vez fundamental para garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y reforzar la equidad tributaria en la ciudad.
El concejal de Hacienda, Personal y Modernización Administrativa ha destacado que la aplicación del Plan de Inspección 2024 «fue un éxito, con una recaudación superior a la prevista». Desde el Servicio de Inspección Tributaria se levantaron 630 actas, cifra que supone un 43% más respecto a las tramitadas en 2023, con un resultado para la recaudación municipal de 3,8 millones de euros. «Este resultado confirma la eficacia de las medidas adoptadas y el compromiso del Ayuntamiento con una gestión fiscal rigurosa, responsable y justa en términos de equidad», ha señalado Francisco Blanco, quien ha añadido que «el objetivo no es sólo detectar incumplimientos, sino también fomentar la responsabilidad fiscal entre los ciudadanos. Una inspección eficiente nos permite mejorar la recaudación, lo que se traduce en continuar con la reducción de impuestos municipales en el futuro». Blanco ha explicado que en este 2025 están ya operativas las bajadas de impuestos que se acordaron de forma voluntaria por el equipo de Gobierno -en el IBI un 5%, en el ICIO un 2,5% y en el Impuesto de Plusvalías un 12%-.
Por ello, «este Plan permite reforzar los ingresos municipales mediante el control del grado de cumplimiento de los contribuyentes de sus obligaciones tributarias». El nuevo Plan para 2025 incorpora las líneas estratégicas recogidas en el documento aprobado, con especial atención en los siguientes aspectos que se consideran claves como el impulso en el uso de las nuevas tecnologías, la digitalización de los expedientes y la mejora en la relación con los contribuyentes. En este sentido, cabe recordar la implantación de un nuevo sistema de gestión de ingresos, inspección y recaudación puesto en marcha recientemente, que incorpora el pago por Bizum, lo que facilita a los contribuyentes cumplir de manera más fácil sus obligaciones tributarias en periodo voluntario. También se promoverá la promoción de la conciencia fiscal, mediante la información y atención al contribuyente facilitando información clara y precisa de las obligaciones tributarias, con el objetivo de que estas se hagan efectivas en el periodo voluntario; así como la gestión integral de las actuaciones de inspección, optimizando los recursos, con la colaboración de toda la organización municipal y de otras administraciones en orden a intercambiar información que pueda ser de interés recíproco.
«Estas actuaciones buscan optimizar los recursos municipales y asegurar que todos los contribuyentes cumplan con sus obligaciones en igualdad de condiciones«, ha señalado el concejal vallisoletano. Desde el Ayuntamiento subrayan que la inspección tributaria «no debe entenderse únicamente como una herramienta de control, sino como un mecanismo para garantizar que la carga fiscal se distribuya de manera justa protegiendo a los ciudadanos cumplidores». «Cuando todos contribuimos de forma equitativa, conseguimos una ciudad con mejores servicios y mayor capacidad de inversión en el bienestar de la ciudadanía», ha apuntado Blanco. «El incumplimiento fiscal no es un fenómeno ni mucho menos generalizado en la hacienda local de nuestra ciudad. El grado de cumplimiento de los vallisoletanos es muy elevado, pero lo cierto es existen ciertas situaciones en que el fraude se produce, y respecto de estos casos, cuanto más rápido y de forma más contundente actúen los servicios de inspección, más justo será nuestro sistema tributario», concluyó.