La Segunda División da para mucho y con este Pucela no iba a ser menos. El conjunto blanquivioleta consiguió anotarse un triunfo vital para poner fin a la mala dinámica como local, y además, consiguiendo remontar en el luminoso. El encuentro de esta noche era sumamente importante para el equipo de Guillermo Almada, que de nuevo tirando de alma, capacidad, fútbol y esencia, lograron doblegar al Granada de Pacheta. A pesar de empezar perdiendo, y con el run run ya instalado nuevamente en las gradas de Zorrilla, el segundo tiempo dio un importante respiro tanto al equipo blanquivioleta como a su entrenador. Amath ponía el 1-1 en el segundo tiempo, y casi ya en el añadido, Chuki ponía patas arriba al feudo pucelano con el gol de la victoria desde el punto de penalti. Así, Almada respira, por lo menos una jornada más, y su Real Valladolid se quita la espinita de la semana pasada en Riazor y la dolorosa eliminación copera.
Los primeros 45 minutos no invitaron al optimismo y más viendo como el Granada se ponía rápidamente por delante. Sí, hubo ocasiones para los locales, algunas claras, pero el juego, por ninguno de los dos lados, fluía con facilidad. Ninguno de los dos contrincantes conseguía imponer su ritmo sobre el verde del Zorrilla y el ambiente sobre el terreno de juego era denso, muy de un lunes otoñal. Pudo cambiar todo en el minuto 4 tras una recuperación en campo rival, pero el disparo de Latasa no encontró portería. También Biuk, en un par de ocasiones que tampoco tuvieron mordiente necesario. Apretaba el Real Valladolid en la presión alta, que puso en apuros a los jugadores andaluces, pero no encontraba la manera de traducir eso en peligro real, ni crear con balón vías de hacer daño a la zaga visitante. Entonces, llegó el gol de los granadinos y todo se vino abajo, incluido los ánimos de los seguidores pucelanos. Los de Pacheta avisaron en el minuto 21 con un tanto anulado por fuera de juego, y golpearon en siete minutos después en una jugada de carencias bien aprovechadas por el rival.
Pascual subió el 0-1, y el larguero evitó el segundo en el minuto 34, en otra acción donde ellos parecían mucho mejores que nosotros. A partir de ahí, el Real Valladolid reaccionó a tiempo para que su rival no se lo cenara antes de hora. En esa deriva, los pucelanos encontraron luz y supieron remar contracorriente para dibujar un rumbo más satisfactorio. Un disparo cruzado de Iván Alejo, otro de Amath, un centro de Guille Bueno y un par de remates de Javi Sánchez antes del descanso devolvieron cierta ilusión de poder sacar algo positivo y demostrar que no todo estaba dicho en Zorrilla. El sonido de viento desde la grada se iba a disipar definitivamente en el segundo acto, dando mayor fuerza a los futbolista pucelanos para revertir la situación. Porque en esta noche de lunes los de Guillermo Almada sacaron esa otra cara muy diferente tras el paso por vestuarios. De un equipo sin ideas, a otro insistente; de la falta de gol, a encontrar el botín. El balón era de los locales, mientras que el conjunto de Pacheta, trataba de buscar la sentencia a la contra. Tras varios saques de esquina a favor, el gol del empate nació en un saque de banda en zona peligrosa.
De un lado a otro, con un cambio en la orientación de juego de Ponceau para Amath, quien controló en el área, y como si fuera un videojuego, amagó varias veces hasta hacerse un hueco en el centro y disparó con certeza a contrapié del guardameta para poner el 1-1. La alegría comenzaba a brotar en Zorrilla y los pitidos se convirtieron en ovaciones. Todavía quedaba mucho por decidir en el feudo vallisoletano, ya que el marcador todavía no llegaba ni al minuto 60. Pero se veía otro Real Valladolid, recuperada su esencia, con otra vitalidad. El Granada obviamente quiso volver, pero ya era tarde. El campo estaba inclinado a favor de los locales, con una familia blanquivioleta que empujaba desde la grada. El gol pudo llegar en varias ocasiones, mientras que el conjunto nazarí la tuvo en una falta directa que impactó contra la barrera. La igualdad se rompió desde los once metros. Un penalti claro señalado por mano llevó a Chuki al punto clave, a ese que requiere sangre fría y corazón caliente. El reloj marcaba el minuto 88 y ese lanzamiento podía suponer una victoria necesaria. El canterano no falló, subió el 2-1 y dejó en Zorrilla la satisfacción del triunfo.
Sin embargo, quedaba sufrimiento porque el descuento se iba a hacer largo. Qué sería del fútbol, qué sería del sentimiento blanquivioleta, si no se sufre en el templo. Siete minutos de añadido que los blanquivioletas supieron gestionar extraordinariamente bien, muy seguros, disipando el peligro mucho antes de que llegase a área propia. Con el pitido final se acabó el sufrir y solo quedó felicidad. De esta manera, con el triunfo, el Pucela supo reaccionar a tiempo para colocarse séptimo en la clasificación con 19 puntos y preparar con mayor energía la próxima jornada con la difícil visita al Cádiz.
FICHA TÉCNICA:
(2) Real Valladolid: Guilherme; Alejo, Javi Sánchez (Tomeo, min. 46), Torres, Bueno; Peter (Chuki, min. 84), Jurić, Ponceau, Biuk (Jorge Delgado, min. 46); Amath (Tenés, min. 72), Latasa (Arnu, min. 72).
(1) Granada CF: Luca; Casadesús, Lama, Óscar, Diallo (Hormigo, min. 79); Alcaraz (Arnaiz, min. 90+), Alemañ (Gagnidze, min. 79), Sergio Ruiz (Trigueros, min. 68); A. Sola (Pablo S., min. 68), Pascual, Faye.
Goles: 0-1, Pascual, min. 28. 1-1, Amath, min. 59. 2-1, Chuki (p), min. 88.
Árbitro: Alejandro Ojaos (C.T. murciano) amonestó a los locales Peter, Amath, Ponceau; y a los visitantes Sergio Ruiz, Alemañ, Alcaraz, Pascual. Expulsó con roja directa, en el descuento, a Hormigo.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 12 en LaLiga Hypermotion 2025-26 disputado en el Estadio José Zorrilla el lunes 3 de noviembre a partir de las 20.30 horas, ante 14.320 espectadores.

