La belleza de la primavera castellana se hace arte de la mano del pintor vallisoletano Pablo Giménez

La diputada de Educación y Cultura, Yolanda Burgoa, ha presentado este jueves la exposición ‘Primavera Cercana’ del pintor vallisoletano Pablo Giménez. La muestra podrá visitarse en la Sala de Exposiciones Teresa Ortega Coca del Palacio de Pimentel hasta el 23 de noviembre, en horario de martes a domingo de 12.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 21.00 horas. ‘Primavera Cercana’ reúne una selección de obras recientes del artista, realizadas principalmente del natural durante la primavera y el verano de este año. Pablo Giménez plasma la efímera belleza de los paisajes castellanos, resaltando la explosión de vida que trae la primavera en una tierra marcada por inviernos largos y veranos abrasadores.

Las pinturas, ejecutadas con acrílico y óleo sobre lienzo, tabla o pladur, retratan campos, páramos y valles con una mirada esencial y serena, donde la naturaleza se revela en su forma más pura. Entre las obras destacadas figuran ‘Campo por Camporredondo’, ‘Colza II’, ‘Bezas en Retuerta I’, ‘Páramo de Traspinedo’ y ‘Valle del Duero’, entre otras. Estas piezas reflejan la dedicación del artista a pintar al aire libre, inmerso en el entorno, capturando la luz, el color y la atmósfera con una maestría que evoca la verdadera esencia de la pintura. La obra de Giménez se nutre de influencias que van desde la Escuela de Barbizón y el Impresionismo -centrados en la pintura plein air y la captación de la luz efímera-, hasta el realismo español contemporáneo, en especial Antonio López, con su búsqueda de lo esencial sin caer en el hiperrealismo. Asimismo, incorpora ecos de la abstracción atmosférica de Mark Rothko, adaptados a un lenguaje figurativo. Estas raíces históricas, que abarcan desde las escuelas renacentistas florentina y veneciana hasta el Romanticismo, se integran en un realismo sensorial que rehúye la fotografía como base, optando por la inmersión directa en la naturaleza.

En palabras del propio artista de Valladolid, «pintar en el campo me parece un regalo de la vida, con independencia del resultado». «Cuanto más corta es la primavera en un lugar, más prisa tiene que darse la naturaleza en hacerlo todo, y más bella resulta, por explosiva y por esa altiva cualidad de no esperar por nadie. Poder pintar todo eso cada año me parece una fortuna«, ha ensalzado Pablo Giménez.