El triunfo por 0-1 del Real Valladolid frente al Burgos dejó tres puntos fundamentales para los de Almada, en un encuentro en el que los blanquivioletas pusieron fin a la mala racha de resultados. Tras el pitido final, la tensión de los más de 90 minutos de encuentro se transformó en euforia y felicidad entre los jugadores pucelanos y los más de 500 aficionados que se desplazaron desde Valladolid hasta Burgos para animar a los suyos. Una celebración improvisada que dejó una gran foto de la familia blanquivioleta con los futbolistas y los propios seguidores animando desde la grada para demostrar una comunión perfecta para hacer más fuerte al Pucela.
Guillermo Almada felicitó a los jugadores «por el esfuerzo», y reconoció que «fue un partido muy complicado que dignifica nuestra victoria. Hicimos un buen primer tiempo y no pudimos hacer gol. Después lo conseguimos y la pelota estuvo mucho por el aire, algo que no nos gusta», analizó. El entrenador uruguayo del Pucela resaltó la entrega de sus pupilos, quienes resolvieron correctamente lo importante: «Estar concentrados, compenetrados, la lucha, el esfuerzo, la segunda pelota… Lo hicieron muy bien«. En ese sentido, comentó que sortearon «las dificultades» que propuso el rival en un duelo muy disputado. Y es que todo el Pucela sabía que «era un derbi y había muchas posiciones en juego». «Tenemos un equipo muy joven que tiene que vivir experiencias. La victoria era necesaria. Como les dije, teníamos que ganar jugando bien, más o menos o deficiente. Fue un partido importante para nosotros. Pusimos fútbol, sobre todo en el primer tiempo, y luego otras cosas», explicó. En cuanto a nombres propios, el entrenador uruguayo aseguró que Chuki, el hombre que marcó un golazo que valieron tres puntos en El Plantío, tiene «un futuro enorme».
«Lamentablemente le surgió la lesión en el momento ascendente en el que venía. Se está recuperando poco a poco. Esto es una muestra de lo que puede dar porque tiene grandes condiciones de fútbol y un techo muy lejano», reconoció. La parada en la recta final de Guilherme a cabezazo de Grego también fue importante. Por ello, Almada le insiste en que «tiene que estar preparado para una, dos o tres oportunidades que tenga el rival por ese ímpetu que tenemos en buscar el resultado». Por último, sobre las molestias de Tenés comentó que «a veces la falta de continuidad de algunos jugadores les hace sufrir». «Ojalá no sea nada y pueda incorporarse rápido porque precisa de entrenamientos y minutos de juego para seguir creciendo», sentenció.
Era el día para ganar y se ganó
Otro de los protagonistas en sala mixta, como no podía ser de otra manera, fue Chuki. El canterano mostró su calidad a balón parado y volvió a ser fundamental para su equipo después de entrar en la primera parte por la lesión de Sergi Canos Tenés. El ’20’ blanquivioleta reconoció tras el encuentro que «estoy muy contento, sobre todo por el equipo. Merecíamos esta victoria también por la afición«. Así, el Real Valladolid logró una sabrosa victoria en un derbi castellano que «gusta ganar y jugar». Chuki tuvo claro que iba a ser gol «en cuanto salió el balón», algo que un futbolista sabe al golpear la pelota tan bien como en esta ocasión. El vestuario sabía que este domingo «era el día» para volver a la senda de la victoria. «Veníamos de dos derrotas y un empate y notábamos esa presión. Para la afición es un plus. Nos fuimos jodidos contra la Cultural», señaló. Por último, Chuki reconoció que el objetivo de todo el Pucela no es otro que «ascender a este equipo» y que está «muy feliz» en la que para él es «su casa».