«Nos está costando traducir en el marcador todo lo que generamos»: Almada lamenta la falta de precisión tras el 1-1 contra el Mirandés

El Real Valladolid picó piedra contra el Mirandés, ante quien fue superior en la segunda mitad y contra quien dispuso de buenas ocasiones para culminar la remontada, pero se tuvo que conformar con el empate. «Nos está costando traducir en el marcador todo lo que generamos y encontrar el gol. Cuando generas tantas situaciones, hay que convertir un porcentaje mayor. Nos dejó sensaciones amargas porque no ganamos, pero satisfecho por la actuación del equipo. Si repites actuaciones como la de este domingo, deberías ganar; pero si no traducimos se nos van a complicar los partidos», explicó el entrenador del Pucela, Guillermo Almada, tras el encuentro.

El uruguayo confesó que empezaron «bien» el choque, aunque luego no volvieron a enchufarse hasta la segunda mitad, también por las sustituciones y la entrada de nuevos jugadores al césped de Zorrilla. «Los que entraron lo hicieron muy bien. Hicimos otro dibujo y tomamos más riesgos que en el inicio. En la medida que estemos todos nos vamos a hacer más fuertes. Recuperamos a algunos jugadores y desde el banco nos dieron soluciones«, analizó al respecto. Uno de los sustituidos fue Lachuer en el descanso por «decisión técnica», un cambio que llamó la atención de la grada y que apuntaba a un toque de atención por parte del cuerpo técnico. «No le veíamos bien y precisábamos otra presión y otro manejo en esa posición. Seguro que nos da durante el año, pero le está costando mucho. Hay que dar valor a la actuación de Alani«, subrayó su entrenador. Y es que no fue fácil para el Pucela por lo que planteó el Mirandés durante los 90 minutos. «Tenían mucha gente en el centro con los tres zagueros y los tres volantes. En este momento no tenemos un enganche preciso que nos dé esa solución en espacios reducidos, por lo que buscamos la solución por otro lado», señaló.

En ese sentido, Guillermo Almada dio entrada a Chuki y Ponceau con el objetivo de cambiar el chip de sus jugadores y dar frescura a la parte ofensiva. «Dejamos a un volante solo y pusimos dos enganches, que fueron Julien y Chuki. Entraron muy bien y nos dieron el volumen futbolístico que precisábamos, aunque nos faltó la precisión», analizó. Una de las grandes novedades fue la titularidad de Garriel en el lateral izquierdo relegando al banquillo a Guille Bueno, a lo que Almada explicó que el canterano «venía empujando y estaba un poco mejor que Guille en los partidos que había entrado anteriormente». Mientras, lamentó el «error infantil» en el tanto rival, en algo que trabajan cada semana: «Con este es el tercer gol que recibimos por reclamar una falta», sentenció.