Traca final blanquivioleta para sumar la tercera victoria de la temporada y seguir por el buen camino

Un final de locura y explosión vibrante para poner la guinda a las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, con espectáculo de fuegos artificiales incluidos tras la apoteósica victoria. Hacía mucho que Zorrilla no se divertía así, después de un año muy duro para la afición. Pero el Real Valladolid de Almada cree en sí mismo y ha vuelto a reencontrarse con la victoria tras dos empates consecutivos después de vencer por 3-1 al Almería. Los blanquivioletas vivieron un encuentro donde todas esas emociones que hacen que el fútbol de élite valga la pena, culminado con la felicidad del triunfo en un partido sobresaliente. Fue un partido largo, de más de 100 minutos, y que lo tuvo todo como si de un carrusel de la feria se tratara. Prácticamente desde el pitido inicial, el baile de luz y sonido llenó de intensidad el verde. Tocó tragar saliva en el minuto 12 cuando Embarba, desde los once metros, se disponía a disparar un penalti, aunque un gigantesco Guilherme evitó el gol visitante.

Y como en los coches de choche del Real de la Feria, llegó el turno local para golpear. Un eléctrico Biuk sacó un disparo en el área que desvió un defensa en un balón que parecía destinado a perderse por la línea de fondo pero para el cual Marcos André tenía otros planes. Con reflejos y habilidad, conectó de cabeza para mandar desde el segundo palo el 1-0 y dar la alegría a los suyos en los primeros 20 minutos del partido. Pero aún quedaban mucha fiesta por vivir y poco después llegaría el empate de los almerienses, en una falta lateral que remató Bonini y que el ’13’ pucelano no pudo atrapar. Así, tras unos minutos de suspense, en un duelo en el que el VAR tuvo mucho trabajo, el videoarbitraje observó fuera de juego en el deportista que impidió al defensor blanquivioleta llegar a tapar a su par. Seguíamos en ventaja, pero a partir de ahí la cosa se endureció, el partido se volvió algo bronco, muy disputado y vivo. Ambos equipos ponían sobre el tapete de Zorrilla sus argumentos para llegarse la victoria. Tanto locales como visitantes acechaban las áreas, con empuje, presión y carácter. Amath, ya en el descuento, la tuvo en un mano a mano que no acertó a concretar, y la primera mitad acabó con un remate del Almería que se marchó rozando el palo. Digno final para 48 minutos de pasión y de algún que otro mini infarto.

Lo que no se sabía aún es que ese primer tiempo había sido prácticamente el calentamiento. El partido iba de a velocidad de crucero, y desde el inicio del segundo acto, los jugadores de Almada salieron decididos a quedarse con los tres puntos en casa. Alejo puso a la grada en pie con su entrega, liderando a un equipo en el que todos y cada uno de los jugadores se ganaron premio. Pero el Almería es un conjunto que no está hecho para ser espectador y quería tener su protagonismo en la segunda parte. Los de Rubi apretaron, aparecieron y generaron peligro, y de nuevo, se vivió un intercambio de golpes en las dos áreas. Dominaba el Real Valladolid, pero los destellos visitantes deslumbraban, por su calidad, lo que hacía temer lo peor a la grada pucelana. La presión sobre el campo se acentuaba, cada balón importaba, el Pucela dejó clara una de sus señas de identidad, por la que sufrió en la exigente pretemporada y la que ahora permite correr cada pelota como si de una final se tratara. Los almerienses iban ganando terreno y tuvieron su momento, y lo aprovecharon. En el minuto 70, Jurić evitó el gol in extremis para seguir sumando méritos al partidazo que hizo el capitán, quien retrasó lo que parecía inevitable. En el siguiente saque de esquina el árbitro decretó penalti a favor de los andaluces por un agarrón en el área, convertido por Arribas en el 1-1.

A partir de ahí, el partido podía haber caído de cualquier lado. El Pucela apretó con orgullo, con ese carácter que pide la afición, con corazón. El Almería la tuvo en el 79′ con un disparo de Arnau al larguero. El arreón final fue espectacular en Zorrilla, y quien acertase, se llevaba el triunfo en esta Jornada 5 de la Segunda División. Ahí apareció Biuk, que cualquier diría que llevaba jugando todos los minutos dada su frescura, para hacer diabluras. Para sacar un disparo que repelió el portero visitante, en una jugada que continuó con un disparo de Maroto al larguero. La jugada culminó con una mano en el área del defensor almeriense al intentar despejar. Pero una que se sancionó, de nuevo, tras una larga revisión del VAR. En el descuento, Juanmi Latasa tenía claro que el balón iba a ir para dentro. Qué bien lanzó el delantero pucelano el penalti desde los once metros para hacer inútil la estirada del guardameta visitante, a pesar de acertar el lado. Ese segundo gol pucelano se saboreó como hacía mucho que no se disfrutaba del fútbol en la grada del José Zorrilla. Sin embargo, el 2-1 era una pequeña alegría para lo que se avecinaba en la traca final. Los minutos finales no iba a ser fácil, porque el Almería demostró que es candidato al ascenso, que tiene pólvora arriba y sobrada capacidad.

Pero contra unos jugadores que se dejaron el alma en el verde no había posibilidad y el esfuerzo tendría su recompensa. Sería injusto destacar a uno solo porque los once en el campo justificaron con creces la ilusión de toda la afición. Aún quedaba la gracia final. Con el Real Valladolid demostrando que sabe manejar los tiempos, con y sin balón, llegó el tercero para los de Guillermo Almada. De nuevo la jugada arrancó en Biuk, quien se la puso a Latasa en el área, cuyo disparo rechazó el portero para que, esta vez sí y sin necesidad de más, Maroto lo cazase para mandar al fondo de la red y poner el 3-1 definitivo. Gol del vallisoletano para cerrar el partido, atar los tres puntos y prolongar la fiesta en honor a la Virgen de San Lorenzo. Así, el Pucela suma su tercer triunfo del curso, sigue sin conocer la derrota y se prepara ya para vivir el próximo encuentro que tendrá lugar el próximo domingo 21 de septiembre ante el Albacete.

FICHA TÉCNICA:

(3) Real Valladolid: Guilherme F., Alejo (Trilli, min. 75), Tomeo, Torres, Bueno; Jurić, Meseguer (Alani, min. 84); Amath (Peter, min. 62), Ponceau (Maroto, min. 84), Biuk; Marcos André (Latasa, min. 75).

(1) UD Almería: Andrés Fernández; Chirino (Luna, min. 74), Nelson Monte (Aridane, min. 79), Bonini, Álex Muñoz; Gui (Horta, min. 46), Stefan Dzodic; Embarba (Arnau, min. 64), Arribas, Nico Mr; Leo Baptistao (Thalys, min. 74).

Goles: 1-0, Marcos André, min. 21. 1-1, Arribas (p), min. 73. 2-1, Latasa (p), min. 90+. 3-1, Maroto, min. 90+.

Árbitro: Dámaso Arcediano (C.T. castellano-manchego) amonestó con amarilla a los visitantes Nelson Monte, Guedes, Baptistao, Dzodic; y a los locales Guilherme, Almada, Alejo, Meseguer, Peter, Latasa.

Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada en LALiga Hypermotion 2025-26 disputado en el Estadio José Zorrilla el sábado 13 de septiembre, a partir de las 21.00 horas, ante 16.345 espectadores. Antes del encuentro se homenajeó al mítico entrenador Antonio Barrios.