La Policía Nacional ha detenido en la madrugada de este domingo 3 de agosto en Valladolid a dos varones como presuntos autores de un delito de atentado a agentes de la autoridad. Los hechos sucedieron a las 04.45 horas de la madrugada de este domingo, cuando los agentes se encontraban patrullando en un vehículo sin distintivos policiales por Las Delicias, en concreto por la calle General Shelly con la Avenida de Segovia, procedieron a la identificación de una joven sobre la que constaba una orden judicial de detención y personación en vigor dictada por el Juzgado de Menores número 1 de Valladolid, con interés expreso en su ingreso en un centro de menores.
Al intentar realizar dicha identificación, los agentes fueron increpados por varias personas presentes, entre ellas una mujer que la acompañaba, que incluso antes de que los policías se identificaran según se acercaban a ellas le gritó a la joven «corre, que son pukaras», un argot marginal para referirse a la Policía, aunque acabó siendo interceptada por un agente antes de que pudiera huir. Un varón, que manifestó ser pareja sentimental de la joven, adoptó una actitud agresiva hacia los efectivos y comenzó a proferir amenazas de muerte sobre ellos llegando a encararse, impidiendo el normal desarrollo de la intervención policial. Ante la creciente tensión, se solicitó refuerzo policial, personándose en el lugar tres dotaciones de la Policía Nacional y una de la Policía Municipal, quienes procedieron a realizar una acción de barrera y contención entre los primeros actuantes, y el grupo de personas que se estaba encarando con los agentes, logrando introducir a la mujer en un vehículo policial y realizar su traslado. Durante el operativo se produjeron dos detenciones adicionales, la del varón que decía ser pareja de la detenida, cuya agresividad requirió el uso de medios coercitivos, incluido un inmovilizador eléctrico, y la de otro ciudadano por la agresión a uno de los agentes intervinientes.
Ambos fueron trasladados a un centro sanitario para su valoración médica previa a su puesta a disposición policial, quedando acreditado que el uso del inmovilizador no le causó ninguna lesión. El primer detenido, tanto en su traslado al centro de salud como en presencia del facultativo médico y en dependencias policiales, continuaba amenazando de muerte a uno de los agentes de la Policía Nacional llegando a golpearse la cabeza contra la mampara del vehículo en repetidas ocasiones durante su traslado. Los dos varones detenidos fueron puestos en libertad tras remitir el atestado a la Autoridad Judicial a la espera de su correspondiente juicio, mientras que la joven fue ingresada en un centro de menores de Valladolid.