VÍDEO | Cigales da sabor a su historia con una nueva feria dedicada a sus dos «tesoros» gastronómicos, la morcilla y el vino

Cigales, cuna del Clarete, ha elegido este sábado otro de sus productos típicos para preparar una jornada enogastronómica donde saborear el nombre de su villa. La localidad vallisoletana ha celebrado la I Feria de la Morcilla y el Vino congregando a cientos de personas que han podido disfrutar de una perfecta fusión de las morcillas de La Maruja con los vinos de la Denominación de Origen Cigales. La morcilla de Cigales tiene su lugar privilegiado entre los amantes de la carne, y además, a base de tradición, entrega y trabajo de una familia, este producto se ha consolidado entre los típicos de la provincia de Valladolid. Porque nuestra tierra es vino, lechazo y también morcilla. Por eso, el municipio de donde es originaria la rica morcilla La Maruja, y donde todos sus vecinos han crecido degustando sus bocadillos de morcilla, ha querido ensalzar aún más este producto otorgándole una feria propia junto al vino de la comarca. 70.000 kilos de morcilla al año es ya una cifra con la que decir que Cigales es toda una tierra de morcillas para incluso competir, al menos en sabor y tradición, con Burgos o León.

Cortada en rodajas y frita en la sartén, a la plancha o a la parrilla, entera al horno o a la brasa, abierta y mezclada con otros ingredientes, como pasas y piñones, la morcilla de Cigales ha trascendido la fama local, regional y nacional, al igual que sus excelentes vinos claretes y tintos. Y así se disfrutó este sábado 2 de agosto en la Plaza Mayor de Cigales, a los pies de su Catedral del Vino, con una feria abierta al público en la que se degustó este manjar acompañado de patatas y huevo fritos. La encargada de dar el pregón de esta feria ha sido la periodista cigaleña Nieves Caballero, quien además de ensalzar las cualidades de este producto local hizo un recorrido por la historia y el patrimonio local siempre unido al vino y las morcillas. El público asistente pudo disfrutar en este día en la caseta ubicada en el corazón de la Villa del Clarete del pincho de la feria que consistió en un plato de morcilla con patatas y huevo frito que hizo las delicias de cigaleños y visitantes que pudieron acompañarlo con los mejores vinos de la tierra. El alcalde Jaime Rodríguez, acompañado del concejal de Festejos y Juventud, Pablo Centeno, fue el encargado de abrir de manera oficial la I Feria de la Morcilla y el Vino con una breve intervención, donde puso en valor los «dos tesoros» que llevan el nombre del municipio «por bandera».

Las morcillas de La Maruja y las bodegas de la Denominación de Origen Cigales forman parte también de Alimentos de Valladolid, «esa gran marca de la Diputación de Valladolid que transmite los productos agroalimentarios de la provincia como seña de identidad geográfica y distintivo de calidad«. Rodríguez también reconocía que tanto la morcilla como el vino son dos productos que «siempre han marinado a la perfección y son inseparables». «En Cigales ya tenemos una feria dedicada al vino que es la Fiesta de la Vendimia, Fiesta de Interés Turístico Regional, y en ella siempre están presentes los bocadillos de morcilla de La Maruja. Pues bien, desde ahora, la morcilla también tendrá su propia feria, y por supuesto, estará acompañada de los vinos de Cigales», ensalzó el alcalde cigaleño, quien también tuvo palabras de agradecimiento hacia la pregonera de esta primera feria en la Villa del Clarete, y que «no ha sido elegida al azar». «Nuestra pregonera ha llevado con orgullo el nombre de nuestro pueblo por cada rincón en el que ha ejercido su profesión. Con una trayectoria sólida en el periodismo, ha podido transmitir el valor de los productos locales, las historias de quienes los elaboran y la riqueza de las tradiciones culinarias de nuestra región», ha remarcado el alcalde.

Celebración de la I Feria de la Morcilla y el Vino de Cigales | Valladolid Plural

«La protagonista tiene una sensibilidad especial para captar la esencia de cada lugar y sabor», ha señalado Jaime Rodríguez, al tiempo que ensalzaba el compromiso de la voz del pregón de la I Feria de la Morcilla y el Vino con el territorio, el desarrollo local y el consumo de proximidad. Con esta presentación, llegó el turno de palabra de Nieves Caballero, quien en primer lugar quiso agradecer la invitación para «prologar este nuevo encuentro gastronómico, al que deseo tantos o más éxitos que otros eventos ya consolidados, como la Fiesta de la Vendimia, la más antigua de Castilla y León, que este año alcanzará su edición número 45«. Asimismo, la pregonera inició su intervención frente a sus vecinos, amigos y familiares hablando de «dos grandes productos» como son la morcilla y el vino, «dos alimentos que armonizan a la perfección y que se podrían comparar con esas dos grandes torres de la Iglesia de Cigales«. «Las torres de Cigales son dos morteros, donde machacan el ajo los cigaleños. Quizás era ese mismo ajo el que utilizaban para elaborar las morcillas», ha contado Caballero. En este sentido, la cigaleña destacó que «a lo largo de los siglos, y en distintos lugares, se han elaborado muchas recetas, pero para mí, y no exagero, la mejor morcilla del mundo es la de Maruja Prieto, que por suerte continúa preparando de forma tradicional su sobrino Florencio Caballero».

Y hablando de la morcilla de Cigales, Nieves recordaba aquellas primeras fiestas de la vendimia, en las que «precisamente ese bocadillo de morcilla que vendían donde Maruja, aquí en el Lagunajo». «Bocadillo que nos dábamos prisa en comer para empapar el vino que venía a continuación», ha indicado. Por último, la pregonera puso en valor que «tanto la morcilla como el vino tienen un papel fundamental dentro de nuestra gastronomía, ya que son el reflejo de tradiciones y costumbres muy arraigadas, asociadas a diversas celebraciones. Y a partir de hoy, estos magníficos productos estarán vinculados a la Feria de la Morcilla y el Vino de Cigales». Y dentro de esta cita cigaleña, por supuesto también hay que rendir un merecido homenaje a uno de los alma mateur de la morcilla de Cigales, Florencio Caballero. sobrino de Maruja y actual gerente de la empresa cigaleña que lleva este rico y sabroso producto gastronómico de nuestra tierra por diferentes partes del país. A lo largo y ancho, desde su fábrica ubicada en la Villa del Clarete elaboran 70.000 kilos de morcillas al año, una cifra que demuestra la calidad y exquisitez de su producto elaborado con arroz de Valencia, sangre de cerdo, manteca y cebolla.

Minutos antes del inicio del pregón, Caballero reconocía en declaraciones a este periódico la importancia que supone que Cigales cuente desde este año con una feria dedicada a la morcilla y desea que sea una cita que se prolongue a lo largo de los años. «Es muy importante porque nosotros llevamos muchos años haciéndola. Llevo más de 40 años trabajando en ello, que lo cogí por mi tía Maruja y yo seguí. La verdad que me siento muy orgulloso de ello», reconocía el empresario, quien nos desvelaba que desde los 15 años se puso manos a la obra en la carnicería familiar para elaborar ya no solo las morcillas sino también chorizos o salchichas. La jornada festiva en Cigales arrancó a las 20.00 horas hasta el cierre de barra, amenizada con música, y durante la noche una discomovida puso a bailar los más jóvenes. Agosto ha arrancado con mucho sabor en la localidad, y esta nueva Feria dedicada a la morcilla y a su mejor acompañante, el vino, ha servido para abrir boca para la 45 edición de la Fiesta de la Vendimia, el próximo mes de septiembre y con un sello muy diferente con sus claretes por bandera. Desde Cigales esperan que esta Feria de la Morcilla y el Vino sea la primera de muchas y cada año irán otorgando detalles a lo que puede ser un evento enogastronómico muy demandado.

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