Toca sacar la mejor versión ante el Eldense para aspirar a las codiciadas plazas de ascenso directo

La victoria en Cartagena fue tan balsámica como necesaria, y ahora toca refrendar el buen momento blanquivioleta, con siete puntos cosechados de los últimos nueve en juego, con una victoria en casa ante el Eldense. No será fácil, por supuesto, son ya muchas las ocasiones a lo largo de la temporada en las que se ha demostrado que cualquiera puede ganar a cualquiera. Solo si se afronta cada balón al 100% de intensidad se puede lograr la ansiada y necesaria victoria. Solo si se ofrece la mejor versión, como dijo en la previa Pezzolano. El Real Valladolid tiene que volver a demostrar su poderío en Zorrilla, donde ha conseguido convertirse en el segundo mejor equipo de la categoría como local. Llega el esprint final y el Pucela quiere apoyarse en su buena cara en casa para poder optar a una de las dos primeras y codiciadas plazas.

La clasificación está en un pañuelo, la igualdad es máxima y hay muchos equipos que optan al premio gordo. Unión, humildad y ambición para lograr el objetivo. Tras la victoria blanquivioleta por la mínima en el duelo de ida, será la primera vez en la historia que el Eldense visite Zorrilla en un partido liguero. Los números hablan de dos tendencias enfrentadas en este tramo de la competición, y los alicantinos necesitan ganar para seguir tranquilos en la tabla y romper su mala racha. Precisamente, el vestuario blanquivioleta es consciente de la necesidad de darlo todo en este tramo del campeonato donde todo está por decidir en ocho finales que se esperan de infarto. El técnico pucelano aseguraba en la previa del choque que «lo más importante es hacer un buen partido desde el minuto cero. Jugamos contra un rival durísimo«.

Asimismo, Paulo Pezzolano apuntó que «estamos en ese pelotón en el que queríamos estar. Hay que ganar y demostrar que podemos estar arriba. No puedo estar mirando los rivales para adelante si no gano este partido». En la misma línea se mantuvo el central Javi Sánchez que volvió a disfrutar la pasada jornada de un partido oficial tras su larga lesión. «Sabemos que la competición está muy igualada y que estamos en una posición privilegiada para intentar lograr el objetivo». Para sacarse la espina, la primera final llega en la tarde de este sábado ante el Eldense, un duelo en el que el Pucela intentará volver a mostrar su potente versión en casa y para lo que necesita a la afición. «He vivido el ambiente desde fuera y es verdad que es complicado. Entiendo la frustración del aficionado porque la temporada pasada no logramos el objetivo pero ya estamos en un momento en el que tanto ellos como nosotros tenemos que dar nuestra mejor versión para lograr que Zorrilla sea un búnker«, resaltó el ‘5’ blanquivioleta.

Y es que el equipo está ilusionado y esperanzado con la última victoria en Cartagena donde Meseguer marcó su quinto tanto y ya lleva los mismos que Monchu y Amath, aunque todos ellos se encuentran a dos de Sylla, el pichichi blanquivioleta. Jurić, por su parte, continúa como máximo asistente con 5. Por el lado del Eldense destacan Chapela, con 9 dianas, y Marc Mateu, con 7 pases de gol. Además, para lograr el mejor ambiente posible y esa unión tan necesaria entre jugadores y afición, la Federación de Peñas ha organizado un recibimiento al equipo a las 16.30 horas, además de la Fan Zone en los aledaños de Zorrilla. La previa del choque también servirá para que Fernando Redondo, leyenda blanquivioleta, sea homenajeado en conmemoración del quincuagésimo aniversario de su primer partido como primer entrenador del Real Valladolid.

El encuentro comenzará a las 18.30 horas y será dirigido por el colegiado navarro Galech Apezteguía, auxiliado en la sala VOR por Gorostegui Fernández-Ortega. Así, el colegiado navarro, nacido en diciembre de 1990, se cruzará por tercera vez con el Pucela. La primera fue en la temporada 2021/22, en el triunfo por 5-1 frente al Amorebieta y mostró tres tarjetas amarillas al conjunto blanquivioleta y una al vasco. Mientras, la más reciente se produjo hace menos de dos meses, en el empate 1-1 en el campo del Sporting de Gijón, con tres amarillas para cada equipo. El árbitro natural de Pamplona dio el salto a Segunda B con tan solo 21 años y estuvo ocho temporadas en la categoría de bronce.